La Nochebuena Meridana en 1868

Durante ese aquel año y parte del siguiente, se editó en Mérida, la interesante revista intitulada “Biblioteca de Señoritas” en la que colaboraban los más destacados literatos, poetas, periodistas e historiadores de Yucatán, siendo sus principales redactores los Sres. Francisco Sosa, Darío Mazuera y José García Montero. De la pluma de este último, poeta y costumbrista, aparece hermosa y erudita la descripción de la Navidad, en el número correspondiente al 26 de diciembre de 1868, en que relata costumbres de España, Francia, Inglaterra y Alemania.

Comienza refriéndose históricamente a la cueva original de Belén, donde nació Jesucristo, y luego al hablar del árbol navideño, que se coloca en Alemania dice: Es de abeto y lo llenan de bujías de colores, frutas, dulces con cintas, juguetes, etc. A los niños se les encierra en una habitación y cuando llega la hora, se les suelta para que se precipiten hacia el árbol”

Pero lo más interesante es su descripción de la Nochebuena en Yucatán. Recuerda con placer los “Nacimientos”, que ocupaban salones enteros con grandes mesas cuya variedad de figuras, trajes y edificios en miniatura tan llenos de anacronismos formaban un conjunto muy divertido. Habla con nostalgia de las veces que sus padres le llevaban a ver aquellos más afamados tales como el de la Sra. Da. Josefa Chacón de Médiz y el del Sr. Don José Antonio Zorrilla, magistrado de los tribunales de Mérida, quien se reservaba algún tiempo para adornar personalmente a su gran aparato de cuadro bíblicos.

Al margen del relato de Don José García Montero, en años posteriores, más o menos a fines del siglo XIX, existió en Mérida otro célebre nacimiento, muy visitado por niños y adultos. Su dueña y ejecutora. Da. María Jesús Castro Lara, lo ponía cada año en su casa en la calle 65 entre 58 y 60, que fue la de sus padres don Juan Miguel de Castro (uno de los principales creadores y fundadores del puerto de Progreso) y doña Josefa de Jesús Lara y Lara. De tan espléndida casa, donde hasta hace pocos años funcionó el café “La Balsa”, hoy no queda “piedra sobre piedra” y si el recuerdo de uno de los peores atentados contra edificio colonial alguno en nuestra ciudad. Actuales personas de avanzada edad aún recuerda haber sido llevadas por sus padres o nanas a solazarse con el famoso Nacimiento de doña “Chucha Castro”, que ocupaba gran extensión de las dilatadas habitaciones de la señorial casona.

El Dr. García Montero, al lamentar la gradual desaparición de aquellas inocentes costumbres de sus antepasados, señala que entonces subsistían las concurridas y amenas “Retretas de Nochebuena” y no que otro “soirée” en algunas casas particulares con el objeto de esperar la “Misa de Gallo” o de la “Aurora”. Al hablar de las “Retretas”, seguramente se refería a la que se efectuaban con gran alegría popular en la Plaza de Armas, ya que, por noticias de la misma revista, era costumbre establecida en Mérida festejar la “Nochebuena de Navidad” en la Plaza Grande, y la del Año Nuevo en el Paseo de la Alameda (hoy calle ancha del azar), que entonces se iluminaba profusamente y se llenaba de largas mesas con flores, frutas, refrescos, vinos, dulces, turrones y “Mercocha”, convirtiéndose en regocijante escenario donde los meridanos esperaban la llegada de la aurora que anunciaba un nuevo año, precisamente en esta parte oriental de la ciudad donde había de aparecer el sol.

Juan Francisco Peón Ancona (1979)

navidad

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