Alrededor del año de 1890 comenzó el desarrollo urbano de “Chuminopolis”, proyectado por el Sr. Domingo Sosa Escalante en los terrenos que habían pertenecido a la Hacienda Wallis. Al igual que lo que ocurrió con el desarrollo de Itzimná, la nueva ciudad de don Chumin Sosa se convirtió en lugar de paseo para los habitantes de Mérida “En las mañanas y tardes, especialmente en los domingos, la concurrencia es numerosa”.[1]
En la primavera de 1899 el empresario Felipe Ibarra y de Regil intentó replicar el éxito que estaba teniendo la Compañía de Tranvías con los Recreos de Itzimná, con la sociedad denominada de Compañía de Recreos de Chuminopolis, cuyo principal atractivo fue el “Velódromo Yucateco.”
Según recordaba Eduardo Urzaiz en “Reconstrucción de hechos”, dicha pista tenía “sillas y graderías para el público que pagaba por ir a ver pasar a los ciclistas, algunos en los elevados biciclos que se usaban, y hasta aplaudía las cabriolas y equilibrios que hacían los más valientes, soltando ambas manos del manubrio y elevando la ruedecilla de atrás.” Para la década de los cincuenta, las bicicletas ya eran el vehículo de trabajadores y estudiantes, pero a principios de siglo era principalmente una actividad deportiva.
Ibarra declaraba al Ayuntamiento que el Velódromo era un lugar “en el que nuestra juventud puede encontrar todo género de comodidades para el ejercicio en bicicleta y para otros juegos y ejercicios gimnásticos; proporcionando para el caso un terreno suficientemente y apropiado; pero como para establecer este nuevo lugar de recreo que es, sin duda alguna de positiva utilidad higiénica.”[2]
Dicho local se encontraba al norte de la Hacienda San Pedro, la actual casa de la cristiandad. Las bicicletas llegaron a Yucatán en la década de 1870 y habían cobrado popularidad tanto que para mayo de 1898 ya existían 125 bicicletas y diversos clubs[3], el más popular el Club Ciclista el Águila que tomo por sede el Velódromo Yucateco de Chuminopolis.[4]
La inauguración del Velodromo se realizó el 4 de junio de 1899 con varias carreras, en la primera de ellas resultó ganador el joven Adolfo Zavala quien hizo dos kilómetros (cuatro vueltas a la pista) en tres minutos cuarenta segundos. De una vuelta fue la carrera de niños en la cual resulto ganador el niño Gonzalo Zavala.[5]
Para llegar a Velódromo era necesario tomar tranvía desde la Plaza de la Mejorada para llegar al pueblito de Chuminopolis. En 1904 se incorporó oficialmente a Mérida. [6]Al parecer, el velódromo continúo teniendo popularidad hasta los años veinte.
REFERENCIAS
[1] La Patria. 24 de mayo de 1890.
[2] LXXIX -1899 -2/3 -033 Felipe Ibarra y de Regil solicita exención de contribuciones para el Velódromo Yucateco [manuscritos] / F. Ibarra de R. (Biblioteca Yucatenense)
[3] Zapata Bello Gabriel. (2019) Solo de movimiento fue su alma. La bicicleta y el ciclismo en Yucatán 1876 – 1961.
[4] El Pequeño Anunciador: Semanario de información dedicado al comercio. 2 de julio de 1899.
[5] La Revista de Mérida. 6 de junio de 1899.
[6] Periódico oficial del Estado de Yucatán. 24 de marzo de 1904.