La casa de Darío Galera y Encalada

Este espacio formó parte de mayorazgo de don Francisco de Montejo, que incluía toda la manzana. Al parecer se le concedió en primera instancia a Juan Esquivel, hijastro del Adelantado. En 1636 fue reedificado por don Juan de Montejo, nieto del conquistador “pues la casa amenazaba la ruina”.

En la segunda mitad del siglo XVIII el predio perteneció a doña Juliana de Solis Barbosa, sexta nieta de “El Mozo”, casada con don Jerónimo Fernández de Buendía, quien tiempo después la heredo a sus descendientes, familias Buendía Cavero y Rendón Buendía.

(Nota aclaratoria: Agradecemos a Gabriel Zetina habernos corroborado el origen de Dario Galera y Encalada nacido en Mérida en 1811, casado con Dominga Pastor Ortiz en 1839.)

El comerciante Dario Galera adquirió la casa hacia mediados del siglo XIX. Fue la residencia temporal de la emperatriz Carlota Amalia, quien visitó Yucatán. Poco antes, en noviembre de ese año, se estableció en la casa la estación de la primera línea telegráfica en la Península, que comunicaba a Mérida con Sisal, el puerto más importante de esa época.

A principios del siglo XX, Una tienda de ultramarinos que funcionó ahí fue antes representante de fábricas de cigarros y puros cubanos, entre ellas una llamada El Gallito, denominación que probablemente adoptaron los propietarios para su negocio y que mantuvieron otros establecimientos que luego ocuparon el edificio, entre ellos una importante farmacia. La ocupación de los bajos de la Casa para albergar comercios era frecuente en la mayoría de las casas principales aún en tiempos de bonanza.

En las décadas de los treinta y cuarenta del siglo pasado albergó a la popular Horchatería Tropical. Hoy día, en su costado norte están la zapatería Tres Hermanos, una sucursal del Farmacia Yza. En la planta alta hay oficinas y bodegas. En la década de los noventa esa hermosa construcción perdió las ánforas de mayólica que remataban su fachada.[2]

REFERENCIAS

[2] Diario de Yucatán. 6 de enero de 2020.