Desde la fundación de Mérida hasta el siglo XVIII en este costado poniente de la Plaza mayor coexistió con la ciudad española “un cerro de piedras muy grandes donde antiguamente había un oráculo donde los indios sacrificaban”[1] según la relación de Martin de Palomar presentada en 1579, de aquella y otras edificaciones de la antigua ciudad maya Jo’ se obtuvieron los materiales para la construcción de la catedral y las casas de los vecinos de la ciudad. Dicho basamento se conocía como Xbacluum-Chaan.
Parece ser que la primera casa del Ayuntamiento estuvo al norte de la plaza principal, dónde hoy se encuentra el Pasaje Picheta. Fue construida alrededor de 1552 y reconstruida alrededor del año de 1560 durante el tiempo en el que fue alcalde mayor Diego de Quijada pues su estado era ruinoso:
“Las vigas y tablas de dos piezas estaban caídas y por no tener puertas ni ventanas se hacían en ella hartos insultos y delitos, y yo la he reparado de todo lo necesario y he gastado en ella más de mil pesos de minas que en sentencias mías he aplicado a obras públicas”. El edificio del cabildo albergó desde entonces y hasta 1869 la cárcel pública. Hacia el año de 1735 todo el edificio se encontraba en un deplorable estado. [2]
Santiago Aguirre, Caballero de la Orden de Calatrava y gobernador de la provincia de Yucatán entre 1734 y 1736 arrasó con el basamento maya antes mencionado y edificó al poniente de la plaza principal la llamada Casa Consistorial[3]. Los portales, que sobresalen de los límites originales de la cuadra, probablemente fueron edificados a finales de aquel siglo. Después de las reedificaciones y embellecimiento realizado a mediados del siglo XIX, recibió el nombre de Palacio Municipal.[4] En 1879 Alice Le Plongeón describió el edificio:
“Es un edificio de dos pisos con una arcada que recorre todo el largo de dos pisos, bajo y superior, en este se halla el salón de sesiones y la oficina del Tesorero Municipal. Abajo están los cuarteles de la Guardia Nacional, la estación de Policía, la cárcel de la ciudad y la oficina del Jefe Político. Una torrecilla se levanta del centro del edificio y en su frente esta el reloj municipal que anuncia a los habitantes que la vida sobre la tierra esta acortada una hora. «
A finales de 1871[5] se construyó la torre que alojó las campanas fundidas en Londres que marcaban las horas del primer reloj del Palacio.[6] El actual reloj fue construido en 1919, llegó a Mérida procedente de Estados Unidos en enero del año siguiente.[7] La torre fue remodelada en 1929, dando al reloj tres caras.
Aquella remodelación incluyó todo el inmueble y se inauguró el 5 de mayo de aquel año. Las obras que le dieron al Palacio el aspecto actual neocolonial, fue proyecto del arquitecto Carlos Castillo, en los decorados participaron los hermanos Tommasi.[8]
En 1949 el arqueólogo Manuel Cirerol Sansores rescató de un predio de la calle 58 un pórtico del siglo XVIII para colocarlo en la entrada principal[9], la cual da acceso a una escalinata instalada en 1959 en cuyo descanso se encuentra el escudo labrado más antiguo que se conserva y que alguna vez estuvo en la muralla de la desaparecida ciudadela de San Benito.
La mencionada escalinata fue inaugurada durante la visita presidencial del Lic. Adolfo López Mateos a la ciudad en noviembre de 1959, también se reinauguró la sala de sesiones del Ayuntamiento, entre otras mejoras al edificio.
Tres placas se encuentran en su fachada, la que titula a la Plaza como De la Independencia desde 1821, la que recuerda la visita realizada a la ciudad por Francisco I. Madero en 1909 y otra más que donada por la Colonia Cubana en Yucatán, celebrando la fraternidad entre ambas México y la tierra de José Martí. Se dice que en 1812 existió una placa de oro donada por Ana María Roo, madre de Andrés Quintana Roo, que denominaba a la plaza “De la Constitución” pero que esta desapareció tras restauración del absolutismo[10], en 1861 se colocó la plaza actual.[11]
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El Palacio Municipal sigue siendo albergando el cabildo de Mérida para sus sesiones y actos protocolarios. Es posible recorrer su balcón por las tardes y cuando no hay evento.
REFERENCIAS
[1] de la Garza, M., Izquierdo, A., León y Tolita Figueroa, M., & Figueroa, T. (1983). Relaciones Histórico-geográficas de la Gobernación de Yucatán. México: Universidad Nacional Autónoma de México. p. 74
[2] Irigoyen Renán (1959) El Palacio Municipal de Mérida
[3] Castillo Lenard, G. (1866). Diccionario Histórico, biográfico y monumental de Yucatán, desde la conquista hasta el último año de la dominación española en el país. Mérida: Imprenta Castillo y Compañía. p. 16
[4] Las Garantías Sociales, Periódico Oficial, 2 de julio de 1858
[5] La Razón del Pueblo, 1 de enero de 1872
[6] Novedades, 10 de junio de 1977
[7] El Correo, 6 de enero de 1920.
[8] Díaz Güemez, M. (2014). El arte monumental del socialismo yucateco (1918 – 1956). Mérida: CIESAS Tesis Doctoral.
[9] Cirerol Sansores, M. El Pórtico del Ayuntamiento de Mérida, Manuel Cirerol Sansores (1949)
[10] Ancona E. Historia de Yucatán desde la época más remota hasta nuestros días. (1889) Imprenta de Jaime Jesús Roviralta Págs. 89
[11]Cirerol Sansores, M. Nuestra Mérida