En Yucatán nació el cine mexicano

Poco antes de la llegada de Salvador Alvarado al gobierno de Yucatán en 1915, un par de jóvenes yucatecos decidieron adquirir el equipo necesario para iniciarse en el mundo de la cinematografía. Ellos eran Manuel Cirerol Sansores y Carlos Martinez de Arredondo.

El cine había llegado a Yucatán en 1897 a través de proyecciones del kinetoscopio inventado por Edison las cuales se realizaban en el viejo Teatro Peón Contreras. Al igual que en el resto del país, el cine se convirtió rápidamente en uno de los entretenimientos favoritos de las clases populares. En 1906, el pionero del cine Enrique Rosas registró la visita presidencial del general Porfirio Díaz a Mérida, siendo considerado este filme el primer largometraje realizado en el país.

La mancuerna Cirerol – Martínez de Arredondo fundó la empresa CIRMAR Films, a través de la cual produjeron a finales de 1914 el filme “La Voz de su Raza” cuyo argumento, escrito por Cirerol, narra las pericias de dos jóvenes mayas que se enfrentan al dueño de la hacienda para defender su amor.  Posteriormente realizaron “Tiempos Mayas”, largometraje en diez rollos donde el protagonista es un guerrero maya que lucha contra clanes enemigos, en este filme participa Cirerol como actor.

Ambas películas estuvieron supervisadas por Martínez de Arredondo quien en 1944 comentaría al respecto: “Mi afición a la fotografía me movió a a adquirir una pequeña cámara cinematográfica de fabricación inglesa, la que a duras penas podía contener rollos de 18 metros. Llevar a la pantalla el desarrollo de un argumento resultaba tarea difícil, pero me decidí a realizarla contra todos los obstáculos, y logré ver que cristalizara mi esfuerzo, sucesivamente, en mis primeras producciones: “Tiempos Mayas” y “La Voz de su Raza”, de tres y de dos rollos de seiscientos a setecientos pies cada uno, las que exhibí con el aplauso del público, que estimé como el mejor premio.» (Arredondo, 1944)

Después de estos primeros intentos se embarcaron en la realización de la película «1810 o los libertadores» cuyo argumento fue realizado por Arturo Peón Ponce basado en la epopeya independentista iniciada por el cura de Dolores. Para la realización construyeron una copia de la fachada de la Alhóndiga de Granaditas y de la iglesia de dolores. Alvarado proporcionó 400 militares para que participasen en la filmación. Sobre las filmaciones, Martínez de Arredondo recordaba en 1944 “Tres días y tres noches estuve trabajando, sin descanso, en aquellas escenas. Había que quitar un set para levantar otro rápidamente; una sola cámara tenía que correr de un lado a otro y para las escenas nocturnas no contábamos con los potentes reflectores de hoy”.

La cinta se estrenó en el Teatro Peón Contreras el 27 de julio de 1916, siendo anunciada en la revista oficialista “La Voz de la Revolución” como “la primera película histórica hecha en la República”. El film llegó a la Ciudad de México; “El 15 de septiembre de 1916 tiene lugar un acontecimiento cinematográfico de enorme importancia: el estreno de la primera película mexicana de largometraje, pero no se trata, como se ha repetido hasta el cansancio e incluso se le han hecho últimamente homenajes, de la película “La Luz”, sino de una cinta filmada en Mérida” decía el Universal en noviembre de aquel año.  (Ramirez Aznar, 1980). El periódico se refería a “La Luz, tríptico de la vida moderna”, película producida por Lux Film y protagonizada por Emma Padilla estrenada el 8 de junio de 1917, la cual ha pasado a la historia como el primer filme del cine nacional.

El Teatro Peón Contreras fue sitio de las exhibición de la primera película argumental del cine mexicano.
El Teatro Peón Contreras fue sitio de las exhibición de la primera película argumental del cine mexicano.

Tras el éxito obtenido, a principios de 1917 ponen en marcha la realización de una nueva cinta, esta vez llevaría por nombre «El amor que huye», esta cinta estaría basada en la zarzuela del mismo nombre. El reparto estaría encabezado por María Caballé y Romualdo Tirado, la cinta se rodó en el centro de la ciudad de Mérida, el Paseo de Montejo, el Parque del Centenario y en el puerto de Progreso. Coincidiendo con esta nueva producción, nació en Mérida el semanario «La Revista del Cinema» dirigida por Valeriano Ibañez. La publicación se dedicaba a cubrir los estrenos que llegaban a la ciudad, también cubría espectáculos de teatro y zarzuela.

El semanario cubrió de forma entusiasta la producción de «El amor que huye» que posteriormente tomaría el nombre de «El amor que triunfa», e incluso fueron invitados a la filmación de la cinta:

Al decir verdad, nos causó verdadera sorpresa ver las escenas montadas artísticamente y con todo el lujo de detalles. Los señores Cirerol y Martínez propietarios de la Firmar, luchan sin descanso, y no escatiman los cuantiosos gastos que están llevando a cabo, para reproducir, todo lo más perfecto y artístico en esta comedia, han elegido elementos que desde luego, podemos asegurar, han de llegar al éxito de lo que se proponen. La señora María Caballé, principal intérprete de esta comedia, es una figura que resalta a las claras, su valer artístico hace derroche como ella sabe, vistiendo lujosos trajes, interpretando su cometido maravillosamente. Amparo Pérez Croucet, es otro elemento artístico, su papel lo desempeña admirablemente. Viste con gentileza y trabaja con mucha naturalidad. La señora Lucía Fernández de Marín es una artista que trabaja también con suma propiedad artística y su figura resaltará admirablemente en el parque que le esta encomendado. El señor Romualdo Tirado, director de escena, está llevando a cabo sus papales cómicos, con muchísima “vis” cómica, hasta el extremo de hacernos destornillar de risa en algunas de sus escenas. El señor Marín, es una figura que resalta a primera vista, su buen valor artístico, hace sus papeles, consumo derroche de arte y finaliza las escenas admirablemente. (Semanario Revista del Cinema: Mérida 22 de diciembre de 1916.)

Escena de "El amor que triunfa" publicada en "La Revista del Cinema".
Escena de «El amor que triunfa» publicada en «La Revista del Cinema».

 Esta producción se estrenó al público el 18 de abril de 1917 en el Teatro José Peón Contreras de la ciudad de Mérida y consiguió el aplauso del público yucateco.

Según recopiló Gabriel Ramírez en la obra “El Cine Yucateco”, la recepción en la Ciudad de México no fue la esperada. La publicación de El Pueblo escribió el 15 de julio de 1917 sobre el estreno del filme “En defensa propia” producido por Azteca Films (Rosas-Derba) el cual consideraban era la primera obra del cine nacional, pues afirmaba que “La Luz” “El amor que triunfa” y “Triste Crepúsculo” eran primitivos ensayos de la cinematografía (Ramirez Aznar G. , 1980). En la citada película también participaba María Caballé y la misma publicación escribió “de María Caballé, quien tan descuidada nos pareció en “El amor que triunfa”, solo podemos decir que esta espléndidamente bien en la Eva de “En defensa propia”. “La Revista Cine Mundial” hace una pequeña mención al estreno de la película yucateca “Actualmente hay cinco casas trabajando en impresionar películas: México- Lux-Film S. A.; Azteca Film (Rosas, Derba y Cía.) Cirmar Film; Arrondo Film y La Bandera Film. […] La tercera (La Cirmar) estrenó su primera película “El Amor que triunfa,” adaptación cinematográfica de la popular zarzuela “El amor que huye.” La reducción es muy feliz y está bien interpretada por la seductora María Caballé. (Cine-Mundial de octubre de 1917)

Es difícil discernir a veracidad de los hechos descritos por Martínez de Arredondo en una entrevista realizada en 1944, pues erra constantemente en fechas, y asegura que las críticas vertidas sobre “El amor que triunfa”  “fueron todas encomiásticas en alto grado” y que hubo una observación vertida por Hipólito Seijas que parece haber sorprendido al yucateco, pues le comentó; “lástima que la película no fuera mexicana, a lo que repuse que mi película solo podía dejar de ser mexicana en concepto suyo, si dejaba de considerar al Estado de Yucatán como parte integrante de la República de México”.

“El amor que triunfa” fue la última gran producción de la compañía CIRMAR Films, y tal parece que la mancuerna no acabo en buenos términos pues en la entrevista mencionada, Martínez de Arredondo se niega a usar el nombre de Cirerol Sansores. Coincidentemente, en junio de 1917 se suspendió la publicación de la Revista del Cinema, aparentemente por problemas con la imprenta. Manuel Cirerol continuó realizando filmes a modo de propaganda política del Partido Socialista del Sureste en el que participaría activamente, posteriormente se dedicaría a la arqueología aportando valiosas obras relacionadas con el tema. Martínez de Arredondo realizó “La Venganza de Bestia”, protagonizada por don Ernesto Pacheco Zetina y considerada por Luis Ramirez, la última gran cinta yucateca.

Fuentes.

  • Ramirez Aznar, G. (1980). El Cine Yucateco. México: Filmoteca UNAM.
  • Ramirez Aznar, L. (1975). De cómo se hizo cine en yucatán. Revista de la Universidad Autónoma de Yucatán, 21(236), 67 – 56. Obtenido de http://www.cirsociales.uady.mx/revUADY/pdf/236/ru23611.pdf
  • Ibañez Cobeño, V. (10 de Noviembre de 1917). Editorial. Revista del Cinema, 1. Biblioteca Virtual de Yucatán.
  • Maza, M. (2006). Cine Mexicano. Obtenido de http://cinemexicano.mty.itesm.mx/directores/enrique_rosas.html

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