De acuerdo con Montejo Baqueiro, el primer cine que existió en el barrio de la Mejorada fue el “Venecia” que se ubicaba en la calle 57 entre 42 y 44 casi en la esquina de “El Chen – Bech” el cual fue inaugurado entre 1916 y 1917
El primer cine de la plaza fue el “Odeón”, un cine pequeño y decente situado en la plaza de la Mejorada, escrupulosa selección en sus programas. Señalando que ofrecía funciones los martes, jueves, sábados y domingos.[1] Propiedad de Joaquín Castro Martinez, según Montejo Baqueiro en el sitio existió una fábrica de jabones, pero no fue posible referenciar de cual se trataría. En la función inaugural del Odeón” se exhibió la película “La Ciudad Perdida”, protagonizada por Mike Donovan y Juanita Hansen.[2]
La vida del Odeón fue corta, y en septiembre de 1925 el pequeño cine de la Mejorada ya es mencionado cono el “Alcázar” el cual tuvo una vida de casi cincuenta años hasta su clausura a principios de 1980. Como el resto de los cines de la época, amenizaban sus funciones con piano y batería; en su juventud actuó como baterista Rafael Rivas Franco, futuro locutor y empresario de la radio yucateca.
En agosto de 1937 el presidente Lázaro Cárdenas visitó Yucatán para dar seguimiento a la reforma agraria iniciada en 1935 y cuyo principal acto fue el decreto del 8 de agosto de ese año que buscaba entregar las tierras del henequén a sus trabajadores. El General Cárdenas coordinó personalmente el fraccionamiento y reparto de las grandes propiedades de henequeneras, en pocas semanas 360,000 hectáreas fueron entregadas a 23,000 campesinos.[3] Una de las asambleas realizadas para fijar las normas mediante las cuales se iba a realizar la tarea se celebró en el Teatro-Cine Alcázar, organizada por el Sindicato de Cordeleros de Yucatán el 17 de agosto de 1937 y contó con la presencia de Cárdenas. [4]
Del cine sobrevive su fachada art-decó, probablemente construida en los años treinta, hoy el predio se utiliza como estacionamiento. La experiencia del cine se transformó en los últimos cuarenta años, cada uno perdió su identidad y la actividad se estandarizo con el advenimiento del duopolio cinematográfico. Las adversidades actuales también serán un parteaguas total para la industria que logró a principios de los años veinte del siglo pasado logró democratizar el entretenimiento al ser de fácil acceso para la mayoría de la población.
REFERENCIAS
[1] La Tijera. 27 de septiembre de 1925.
[2] Montejo Baqueiro, F. (1981). Mérida en los años veinte. Mérida: Maldonado Editores. 109
[3] Savarino, Franco, “Agrarismo, nacionalismo e intervención federal: Yucatán, 1937”, en Dimensión Antropológica, vol. 5, septiembre-diciembre, 1995, pp. 59-81. Disponible en: http://www.dimensionantropologica.inah.gob.mx/?p=1495
[4] Cárdenas habla! (1940) P.R.M. 120