De residencia de Santa Anna a El Hospital del Niño de Mérida

Al norte de la ciudad, en lo que hoy es el cruce de la calle 35 x 62, existió una quinta conocida con el nombre de “Loreto” que le perteneció a la familia Quijano, muy importante durante el siglo XVIII.

Aquella propiedad fue prestada por la familia Quijano al gobernador Manuel Artazo y Torredemer (1812 – 1815) al llegar a Mérida, lugar donde fallecería.

En 1824 el general Antonio López de Santa Anna fue enviado a Yucatán como comandante general por el gobierno provisional de México para restablecer el orden, poco tiempo después fue declarado gobernador por la legislatura estatal. Durante su breve gobierno de casi diez meses, se le facilitó la mencionada quinta para que fuera su residencia, posteriormente fue donada al obispo de Yucatán José María Guerra (1834 – 1863), razón por la que también se le conoció como «La Quinta del Obispo».[1]

Extensión de «La Quinta del Obispo» en el Plano Topográfico de Mérida de 1867. Se aprecia que la actual calle 62 es llamada como «Camino a Chuburná»

En el último cuarto del siglo XIX la Quinta era propiedad de Álvaro Peón de Regil casado con doña Joaquina de Peón Castellanos, ella era heredera del título de Condesa de Miraflores. Aquel título fue el único título noble que otorgado a un súbdito en Yucatán, lo recibió  Pedro de Garrástegui y Olega en el siglo XVII y durante la colonia permitió a los descendientes de aquel dominar la vida política y económica de la península.[2]

La abolición de los títulos nobiliarios tras la independencia no impidió a don Álvaro Peón decorar el enrejado de la quinta con el escudo nobiliario de su familia, razón por la cual comenzó a conocerse como “Las Aguilas”.[3]

Escudo de Armas de don Álvaro Peón, Conde de Miraflores (A través de las Centurias).

En 1906 se inauguró en el Hospital O ‘Horan el pabellón de Servicio de la Infancia, que con precariedades sirvió durante bastantes años a los niños de Yucatán. Durante el gobierno de Humberto Canto Echeverría, el tesorero del estado Gustavo Cisneros Cámara propuso la creación de un Hospital de Niños basado en el modelo que había observado en La Habana, este sería de ayuda y prestigio para el gobierno de Canto.[4]

Para realizar la obra se expropió a la familia Peón la quinta “Las Águilas”. Los trabajos para adaptar la antigua quinta de la 62 en hospital iniciaron con la demolición de la casona principal el 10 de julio de 1939. La inauguración se llevó acabo en el segundo aniversario de la toma de posesión de Canto Echeverría, 1 de febrero de 1940.

“Instalado el Hospital en un terreno amplio, sus edificios están rodeados de una soberbia arboleada, de prados y de jardines que ofrecen a los niños un medio ambiente lleno de encantos, de luz y de aire puro. Tiene un departamento para la consulta externa y en su interior diez servicios que son:

  • El Pabellón de Medicina
  • El Pabellón de Cirugía y Ortopedia
  • El Pabellón de Fisioterapia y Rayos X.
  • El Pabellón de Enfermedades Infectocontagiosas
  • Gabinete Dental
  • Laboratorio Clínico
  • Anfiteatro y Laboratorio de Anatomía Patológica.
  • Oficina de Farmacia.
  • Lavandería y desafección de ropa.
  • Departamento de conserje y mozos del servicio.”[5]

En 1952 falleció precipitadamente el Dr. Manuel Acevedo Ruiz del Hoyo quien fue iniciador del proyecto del Hospital, por lo que se cambió de nombre al hospital a su nombre. Los cambios en las políticas de salud llevaron a la desaparición de aquel nosocomio en febrero de 1966, tras 26 años de servicio.[6]

El Departamento de Agricultura, ganadería y fomento económico del estado se instaló en la quinta por algunos años hasta que regresó a manos de sus anteriores dueños, también albergó brevemente  la Escuela Normal de Educación Prescolar. El terreno de 13,966 metros cuadrados fue dividido y en julio de 1972 se inauguró el local de Ejecutivos de Ventas en parte de aquel espacio.[7] En marzo de 1980 los tribunales de justicia se trasladan a su nueva sede en la calle 35, en lo que restaba del espacio de aquella antigua quinta.[8]

Referencias

[1] Millet Cámara, L., & Suárez Molina, V. (1985). Estampas Meridana. Mérida: INAH – Maldonado Editores. Págs. 40

[2] Campos Coenaga I. Arraigar en Yucatán: de Garrástegui y Oleaga a Calderón y Marcos Bermejo. Una mirada a la sociedad novohispana del siglo XVIII (2015) en Identidad y estructura de la emigración vasca y navarra hacia Iberoamérica (siglos XVI – XXI), Redes sociales y desarrollo socioeconómico, José Manuel Azcona (coordinador), Editorial Arazandi, Navarra, 2015., pp.125-140 (ISBN 978-84-9059-798-9)

[3] Sierra Cetina A. “Historia gráfica de Mérida” (1984) Ayuntamiento de Mérida. Págs. 265

[4] Cervera Andrade, A. (1972). De cómo surgió, tuvo provechosa existencia y fue suprimido el hospital del niño en Mérida. Revista de la Universidad Autónoma de Yucatán, 12 – 22.

[5] Hospital del niño, inaugurado el 1 de febrero de 1940. Gobierno del Estado de Yucatán

[6] Novedades de Yucatán. 10 de febrero de 1980.

[7] Diario de Yucatán, 12 de julio de 1972.

[8] Novedades de Yucatán. 10 de febrero de 1980.

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