El 12 de octubre de 1918 la Sociedad de Beneficencia Española inauguró «La Quinta de Salud la Ibérica» que hasta entonces era la quinta «La Arcadia», esta inauguración se dio en el marco de las celebraciones del «Día de la Raza»: Contaría entonces con siete pabellones, un salón para la distracción de los asilados, cuarto de médicos, una sala de cirugía especial con el equipo más moderno de la época.
Los trabajos de construcción estuvieron a cargo del maestro de obras Sebastián García y también de la colaboración de Manuel Amabilis; aunque este no colaboro en el diseño del sanatoria, que es de lo más austero y simple.
La fiesta de inauguración se inicio a las nueve de la mañana y estuvo presidida por el gobernador del estado, Carlos Castro Morales, el presidente municipal de Mérida Enrique Recio y la directiva de la beneficencia española, está bajo la dirección de Isidro González
Solo se salva de la austeridad, el imponente pórtico que sirve de entrada principal en donde se colocaron arrogantes leones, en los costados izquierdo y derecho y en el arco, en su parte superior se inscribió el nombre de la quinta.
En su fachada se distingue el águila de la República Mexicana a la izquierda, al centro el escudo de Castilla y León, y a la derecha el escudo de Mérida.
Hasta los años setenta funciono como sanatorio, posteriormente estuvo abandonada hasta 1998 que abrió sus puertas como Centro Cultural.