En el marco de los eventos realizados por el XLVI aniversario de la Facultad de Ciencias Antropológicas de la UADY, se llevó a cabo el pasado jueves la conferencia: «Análisis político-militar de la Intervención Armada de México en Yucatán, 1843» a cargo del Capitán José Gongora López. A continuación se recogen puntos principales de la intervención del capitán.
Yucatán había sido semillero de una corriente ideológica liberal plenamente identificada a partir de la creación del grupo de intelectuales de los sanjuanistas, fue en esta sociedad donde se empezaron a acariciar los sueños de libertad influidos por las corrientes filosóficas europeas.
Tras declararse la independencia de Yucatán respecto a España el 15 de septiembre de 1821, la provincia se unió a la nación mexicana que había quedado establecida en un sistema federal. Sin embargo esta situación cambió en 1841 cuando Antonio López de Santa Anna disolvió el congreso y estableció un sistema centralista en el país. Ante esta circunstancia Yucatán decidió separarse del gobierno que este representaba pues se había depuesto el pacto federal por el cual se había anexado a la nación.
Guadalajara y Zacatecas también se rebelaron contra el sistema centralista en 1835, costándole a este último la disminución de su territorio al crearse el estado de Aguascalientes. Texas es el caso más notorio de este proceso de secesión, con el cual consiguió separarse del país para luego anexarse a Estados Unidos. La torpeza de Santa Anna provocó la derrota del ejercito mexicano en aquella intervención tejana, tras la cual, se vio obligado a firmar el tratado de Velasco por el cual reconocía la soberanía de aquel estado.
Entre las bases que había establecido Yucatán para entrar en la federación estaba precisamente la aplicación de este sistema federal que permaneció vigente después de la constitución de 1824. El 4 de marzo de 1840 se proclamó la independencia como protesta al sistema centralista que aplicó leyes arbitrarias que exigían pagos de impuestos para cubrir los gastos de la guerra de Texas. El peor de los males fue el levantamiento de cuerpos militares activos de campesinos y artesanos yucatecos para ser embarcados hacia Texas; más de 2,000 hombres fueron enviados para no volver nunca lo que causo indignación en la entidad. Ante este panorama las autoridades del estado decidieron separarse argumentando el rompimiento del pacto federal, con lo que entró en vigor la constitución yucateca de 1841 .
En 1839 Santiago Imán se pronunció en Tizimín contra el centralismo prendiendo la primera chispa de aquella revuelta federalista, reclutando naturales a quienes les prometió tierras y disminución de pagos. Imán consiguió la victoria en 1840 cuando capturó Valladolid enarbolando en aquella la bandera del federalismo.
Santa Anna había sido gobernador interino de Yucatán en 1824 lo que a su juicio le daba suficiente conocimiento sobre el estado para detener aquella revuelta. Envió entonces al yucateco, prócer de la independencia, Don Andrés Quintana Roo para negociar con el gobierno del estado la permanencia del estado en la nación mexicana para lo que estableció un acuerdo en el que se disponían reducciones de impuestos y el cese de envió de tropas yucatecas a combatir en Texas, de nada serviría la elaboración de este pues Santa Anna lo rechazó.
El 5 de junio de 1842 se anunció al gobierno del estado, encabezado por Miguel Barbachano, de las intenciones hostiles del presidente de México pues aquella mañana había sido asaltado violentamente el bergantín de guerra yucateco que se encontraba fondeando las costas campechanas; el general Santa Anna había resuelto declarar la guerra a Yucatan. El general yucateco Pedro Lemus traicionó al gobierno de Yucatán al ordenar la desocupación de las posiciones de altura lo cual benefició al enemigo al permitir que tomará con esto las primeras plazas.
La primera batalla entre las tropas centralistas y yucatecas ocurrió en el poblado de China en el actual estado de Campeche. Al mando de las tropas de Yucatán estaba el coronel Sebastián López de Llergo, a cargo de las fuerzas invasoras estaba el general Vicente Miñon con una fuerza de 800 hombres la cual tomo el pueblo. López de Llergo ordenó la salida del teniente coronel Manuel Oliver de Campeche con 500 hombres del Batallón 16 para China. La sangre corrió con abundancia en aquel primer encuentro, cerca de 200 hombres en cada bando. Se dieron cuenta entonces las tropas invasoras que la expedición en Yucatán no sería tan fácil como se había anunciado.
El general Miñon fue remplazado por Matias de la Peña y Barragan, pues el primero tuvo que comparecer ante Santa Anna tras las el fracaso del encuentro en China. Matias se encaminó hacia Mérida por mar creyendo que con la captura de la capital lograría la capitulación del estado para lo cual se dirigió a Telchac pero un mal tiempo los obligó a refugiarse en Celestún. El coronel Lopez de Llergo salió para Conkal acompañado de las fuerzas de aumentadas con las sección volante del coronel Eduardo Vadillo continuó después para la villa de Motul, donde supo que los invasores se encontraban en el pueblo de Telchac.
El segundo encuentro entre fuerzas invasoras ocurrió en Tixkokob en donde se posicionó el destacamiento de Peña y Barragan. López de Llergo atacó la plaza donde dando como resultado la muerte de 80 hombres del bando yucateco y 122 del bando invasor. La disentería, el calor y los mosquitos habían hecho mella en las tropas invasoras que provenían principalmente del norte de México. Las guerrillas del interior del estado Peña y Barragan salió para Tixpehual ocupando después la hacienda de Pacabtun, el encuentro en Tixkokob le había hecho comprender que el pueblo yucateco no se rendiría, resolvió como último recurso para terminar la campaña enviar una comisión parlamentaria para negociar una salida honrrosa. El gobierno de Yucatán hizo creer a los invasores que Mérida estaba defendida por 2,000 soldados y que encamino se acercaban 10,000 indios de Tekax para defender la plaza.
La respuesta de López de Llergo sobre la retirada fue la de un últimatum para que las fuerzas invasoras se replegaran de Pacabtún hacia Tixpehual y de ahí pidieran barcos para el regreso a México. El general Peña envió una nota oficial admitiendo el cambio de posición, deseando acabar con aquel fracaso, aceptó las condiciones del coronel yucateco que entonces exigió se retiraran de inmediato para Telchac desde donde partirían para México. Durante el trayecto hacia Telchac las tropas de Barragan fueron asediados por las guerrillas que se habían formado con autorización del gobierno yucateco.
El general Pedro Ampudia, que había llegado a reforzar la acción invasora, recibió la orden de enviar el transporte necesario para el retorno de las tropas a México. Sebastián López de Llergo fue ascendido a general de brigada por el senado, del cuerpo legislativo yucateco. Sabiendo Santa Anna del fracaso de la invasión, aceptó el acuerdo que había planteado don Andrés Quintana Roo donde quedaba asentado que sería el sistema federal el único por el cual aceptaría Yucatán formar parte de la nación mexicana.
Este episodio de la historia yucateca fue expresado en una copla que estuvo escrita en las cercanías del palacio municipal de Tixpehual:
En el pueblo de Tixpehual
capituló Barragan
prometiendo a Santa Anna
no volver a Yucatan