Escuela de Música del Estado y la escena yucateca (1916 – 1936)

El pasado jueves, se ofreció en el MACAY la conferencia «Escuela de Música del Estado y la escena yucateca (1916 – 1936)» impartida por el Mtro. Enrique Martín Briceño en el marco de la celebración del centésimo aniversario del Centro Estatal de Bellas Artes.

El Conservatorio Yucateco.

El primer antecedente de la escuela de música del estado fue el Conservatorio Yucateco de Música y Declamación, fundado en 1873 cuando la sociedad filarmónica de Mérida, quienes ya tenían una academia de música para señoritas,  planteo a la legislatura del estado la creación de un plantel público que ofreciera educación musical gratuita a hombres y mujeres. En septiembre de 1873 abrió sus puertas el conservatorio; presidido por el empresario y pianista Rodulfo G. Cantón y bajo la dirección del destacado músico José Jacinto Cuevas. Entonces había 443 alumnos.

Por una década el conservatorio yucateco llevo a cabo su labor pedagógica impulsada por los ideales liberales y las creencias espiritistas de sus líderes y sus principales socios. Los conservadores se opusieron al plantel por la ideología de sus miembros y por su carácter mixto. Pese a esto el conservatorio se mantuvo e incluso trabajo en otros proyectos como el de la biblioteca, la academia de literatura y la escuela modelo de niñas.

Víctima de enemigos políticos, de la crónica falta de recursos y afectado por la muerte de José Jacinto Cuevas en 1878, el conservatorio cerró sus puertas en 1882. José Cuevas, hijo de José Jacinto, fue uno de los primeros meridanos que salió del estado para estudiar en el Conservatorio Nacional.

No obstante la labor del conservatorio, pasaron treinta años sin ningún institución que supliera la carencia de educación musical en el estado, sin embargo, durante el Porfiriato se generó un interés de la ejecución musical pues se valoraba como una práctica distinguida, muchos jóvenes aprendieron con maestros particulares.

Entre 1880 y 1910 una docena de ejecutantes salieron del estado para continuar sus estudios musicales en el Conservatorio Nacional o en Europa, a su regreso se desempañaron como profesores y trataban de influir en los gustos musicales imperantes en la región. Los pianistas Pablo Castellanos León y  Ricardo Rio estudiaron en París. Benjamín Aznar se graduó como pianista en el real conservatorio de Milán donde también estudió composición. Filiberto Romero, Alfredo Tamayo y Gustavo Rio, coincidieron en el conservatorio nacional, este último obtendría una beca para estudiar en París y Roma. La violinista Asunción Sauri después de ser alumna destacada del conservatorio nacional viajo a París para estudiar; también en la ciudad luz tomaban clase, becados por el gobierno, el violinista Justo Uribe y su esposa Mercedes Burgo y  violonchelistas Arturo Espinoza y Mercedes Rivas.

Varios regresarían a Mérida finales del Porfiriato para ser notables en la escena artística local, la cual se vería afectada por los movimientos que llevaron a la caída del antiguo régimen.

Composición de Ricardo Rio (1900)

El nacimiento de la Escuela de Música del Estado.

El campo artístico fue afectado por los acontecimientos que provocarían la caída del antiguo régimen, tenía que ser así por ser los artistas el sector dominado de la clase dominante, y además por ser los dos representantes de la oposición, distinguidos artistas; el poeta, abogado y periodista José María Pino Suárez, quien desde 1909 se adhirió a la causa de Francisco Madero, y el también poeta, abogado y periodista Delio Moreno Cantón.

Ambos literatos mantenían vínculos con artistas e intelectuales creados en el seno de revistas literarias y sociedades artísticas y su actuación política determino una recomposición del campo artístico sobre todo a raíz de su fallida participación en la contienda electoral de 1909 y su enfrentamiento por gubernatura del estado en 1911.

Probablemente muchos artistas e intelectuales se comportaron en la coyuntura política de 1909 de forma semejante a aquellos otros miembros de las elites que solían tratar de quedar bien con todos los candidatos; Muñoz Aristegui, Pino Suárez y Moreno Cantón. Fue una ventaja para los artistas que nadie viera mal en ellos la estrategia de quedar bien con todos.

Varios hechos obligaron a artistas y literatos a una definición a finales de 1909: la rebelión de Candelaria que llevo a la cárcel a varios opositores y que obligo a Pino Suárez y a Moreno Cantón a abandonar la lucha electoral, la llamada «primera chispa de la revolución» en junio de 1910, la renuncia del gobernador Enrique Muñoz Aristegui y del presidente Porfirio Díaz, y  la posterior contienda política entre  Delio Moreno Cantón y José María Pino Suárez.

Avatares de la Escuela de Música del Estado (1911 – 1936)

En 1911 Pino Suárez gano las elecciones estatales en un proceso duramente cuestionado, apenas duraría un par de meses en el gobierno del estado pues pidió licencia para ocupar la vicepresidencia del país. En este corto tiempo envió una iniciativa al congreso estatal para la creación de la Escuela de Música del Estado, la cual una vez aprobada fue promulgada el 14 de noviembre siendo gobernador interino Nicolás Cámara Vales.

El breve decreto clausuraba los cursos de música del Instituto Literario del Estado y creaba la Escuela de Música del Estado donde se impartirían gratuitamente teoría de la música, solfeo, armonía, composición, historia de la música, idiomas, clases de instrumentos entre otros.

Luego de casi treinta años, Yucatán volvía a contar con una escuela pública dedicada a la creación de profesionales de la música. Al frente del nuevo plantel, ubicado en la Casa Escuela de Mejorada, fue designado el guitarrista tabasqueño Francisco Quevedo y secretario Julio Ríos Ceballos.

Conservatorio
Casa Escuela de Mejorada.

El cuerpo académico, nombrado por el ejecutivo, lo integraron Arturo Cosgaya, Amílcar Cetina, Filiberto Romero, Gustavo Rio, Asunción Sauri,  Francisco Heredia entre otros.

Se excluyeron entonces a los músicos que habían demostrado su simpatía por la causa morenista. José Cuevas Pachón, hijo de Jacinto Cuevas, también fue ignorado, cuando fuera el músico más distinguido del Porfiriato.

La revolución había llegado para hacer a un lado a los representantes del antiguo régimen y reivindicar los ideales de los liberales que fundaron el conservatorio yucateco: educación pública, mixta y gratuita.

La llegada de Salvador Alvarado llega a Yucatán en marzo de 1915, lo cual significo la  demolición del viejo orden y la construcción de los cimientos de uno nuevo.

A lo largo de 30 años, la escuela fundada por Pino Suárez atravesó una serie de avatares que implicaron cambios de nombre, domicilio y periodos de vacas flacas.

En enero de 1914 la escuela cambia de nombre durante el interinato de Prisciliano Cortes a Conservatorio Yucateco de Música y fue nombrado su director José Cuevas, pero a fines del mismo año el Coronel Eleuterio Ávila regreso el nombre de Escuela de Música del Estado designando como director a Filiberto Romero, quien permanecería en el cargo hasta su muerte 1935.

En octubre de 1915, Salvador Alvarado expide el reglamento del plantel y le devuelve la categoría de conservatorio. Luego de una temporada en el edificio a espaldas de Tercera Orden, al crearse el Ateneo Peninsular, el plantel se trasladó a ese inmueble donde coexistiría en los años siguientes con la Escuela de Bellas Artes.

El nombre Escuela de Música vuelve a a adoptarse en años posteriores, aunque su presupuesto se ve recortado entre 1918 y 1921 durante las administraciones entre las administraciones de Carlos Castro y Manuel Berzunza.

Felipe Carrillo Puerto saca a la escuela de la postración pues al crear la Universidad Nacional del Sureste en febrero de 1922 incluyo entre sus planteles la escuela de música, lamentablemente la escuela sería separada del seno de la universidad en enero de 1926. En 1930 durante el gobierno de  Bartolomé García Correa se convierte en escuela popular de Música y arte escénico.

En 1936 durante la administración Fernando López Cárdenas fusiona los dos planteles que existían en el Ateneo para surgir la Escuela Popular de Artes que comprendía dos secciones: Artes plásticas a cargo de Armando García, y Música  arte escénico a cargo de Gustavo Rio.

No obstante los cambios y los momentos difíciles que paso, bajo el mando de Filiberto Romero, quien fue director durante 20 años, la escuela de música del estado ofreció educación musical a niños y jóvenes de distintas procedencias complementando la labor de los profesores particulares.

Además de sus fundadores dieron clases entre otros: Luis Garavito, Francisco Sánchez Rejón Alfredo Tamayo, Fausto Pinelo, Conrado Peniche Sierra, Fernando Burgos, Carlos Marrufo, Amelia Medina y un excéntrico compositor noruego llamado Halfan Jebe quien había llegado a Yucatán atraído por la cultura maya y el experimento socialista de Carrillo Puerto.

De sus aulas egresaron entre otros: Fausto Pinelo, Medina Herrera, Marrufo Carrillo y el violinista Daniel Ayala quien luego de realizar estudios de composición en el Conservatorio Nacional y estrenar varias obras en la capital en los años cuarenta, encabezaría una reforma en el plan de estudios del plantel.

Avatares de la Escuela de Música del Estado (1911 – 1936)

En 1911 Pino Suárez gano las elecciones estatales en un proceso duramente cuestionado, apenas duraría un par de meses en el gobierno del estado pues pidió licencia para ocupar la vicepresidencia del país. En este corto tiempo envió una iniciativa al congreso estatal para la creación de la Escuela de Música del Estado, la cual una vez aprobada fue promulgada el 14 de noviembre siendo gobernador interino Nicolás Cámara Vales.

El breve decreto clausuraba los cursos de música del Instituto Literario del Estado y creaba la Escuela de Música del Estado donde se impartirían gratuitamente teoría de la música, solfeo, armonía, composición, historia de la música, idiomas, clases de instrumentos entre otros.

Luego de casi treinta años Yucatán volvía a contar con una escuela pública dedicada a la creación de profesionales de la música. Al frente del nuevo plantel, ubicado en la casa escuela de Mejorada, fue designado el guitarrista tabasqueño Francisco Quevedo y secretario Julio Ríos Ceballos.

El cuerpo académico nombrado por el ejecutivo lo integraron Arturo Cosgaya, Amílcar Cetina, Filiberto Romero, Gustavo Rio, Asunción Sauri,  Francisco Heredia entre otros.

Se excluyeron entonces a los músicos que habían demostrado su simpatía por la causa morenista. José Cuevas Pachón, hijo de Jacinto Cuevas, también fue ignorado, cuando fuera el músico más distinguido del Porfiriato.

La revolución había llegado para hacer a un lado a los representantes del antiguo régimen y reivindicar los ideales de los liberales que fundaron el conservatorio yucateco: educación pública, mixta y gratuita.

La llegada de Salvador Alvarado llega a Yucatán en marzo de 1915, lo cual significo la  demolición del viejo orden y la construcción de los cimientos de uno nuevo.

A lo largo de 30 años, la escuela fundada por Pino Suárez atravesó una serie de avatares que implicaron cambios de nombre, domicilio y periodos de vacas flacas.

En enero de 1914 la escuela cambia de nombre durante el interinato de Prisciliano Cortes a Conservatorio Yucateco de Música y fue nombrado su director José Cuevas, pero a fines del mismo año el Coronel Eleuterio Ávila regreso el nombre de Escuela de Música del Estado designando como director a Filiberto Romero, quien permanecería en el cargo hasta su muerte 1935.

En octubre de 1915, Salvador Alvarado expide el reglamento del plantel y le devuelve la categoría de conservatorio. Luego de una temporada en el edificio a espaldas de Tercera Orden, al crearse el Ateneo Peninsular, el plantel se trasladó a ese inmueble donde coexistiría en los años siguientes con la Escuela de Bellas Artes.

El nombre Escuela de Música vuelve a a adoptarse en años posteriores, aunque su presupuesto se ve recortado entre 1918 y 1921 durante las administraciones entre las administraciones de Carlos Castro y Manuel Berzunza.

Felipe Carrillo Puerto saca a la escuela de la postración pues al crear la Universidad Nacional del Sureste en febrero de 1922 incluyo entre sus planteles la escuela de música, lamentablemente la escuela sería separada del seno de la universidad en enero de 1926. En 1930 durante el gobierno de Bartolomé García Correa se convierte en escuela popular de Música y arte escénico.

En 1936 durante la administración Fernando López Cárdenas se fusionan los dos planteles que existían en el Ateneo para surgir la Escuela Popular de Artes que comprendía dos secciones: Artes plásticas a cargo de Armando García, y Música  arte escénico a cargo de Gustavo Rio.

No obstante los cambios y los momentos difíciles que paso, bajo el mando de Filiberto Romero, quien fue director durante 20 años, la escuela de música del estado ofreció educación musical a niños y jóvenes de distintas procedencias complementando la labor de los profesores particulares.

Además de sus fundadores dieron clases entre otros: Luis Garavito, Francisco Sánchez Rejón Alfredo Tamayo, Fausto Pinelo, Conrado Peniche Sierra, Fernando Burgos, Carlos Marrufo, Amelia Medina y un excéntrico compositor noruego llamado Halfan Jebe quien había llegado a Yucatán atraído por la cultura maya y el experimento socialista de Carrillo Puerto.

De sus aulas egresaron entre otros: Fausto Pinelo, Medina Herrera, Marrufo Carrillo y el violinista Daniel Ayala quien luego de realizar estudios de composición en el Conservatorio Nacional y estrenar varias obras en la capital en los años cuarenta, encabezaría una reforma en el plan de estudios del plantel.

Gustavo Rio Escalante (1936)

Desde la llegada de Alvarado, las artes habían vuelto a mirar hacia lo maya y lo mestizo, en el seno del Ateneo Peninsular crecía la reivindicación del arte nacional; costumbre, historia y tradición serían continuadas a través de las obras realizadas por la Escuela de Música. Una la larga lista de obras de corte nacionalistas fueron generadas por los compositores yucatecos en los años posteriores a la revolución.

danielayala
Daniel Ayala.

El violinista Daniel Ayala Pérez retrato en su auto biografía «Suite biográfica» de 1959, algunos pasajes de la Escuela de Música del Estado durante sus años de estudiante, entre estos pasajes esta la descripción de algunos de sus maestros. Ayala llegó a Mérida en 1921 procedente de Abala, donde ya había a estudiar el violín y donde tocaba en vaquerías y fiestas patronales, en ese mismo año se inscribe en la escuela de Música del Estado donde tienen entre otros maestros a Fausto Pinelo, Filiberto Romero,  Amílcar Cetina y el noruego Halfan Jebe.

Sobre este último, Daniel Ayala escribió:

«La feliz llegada a Yucatán del eminente músico, violinista y compositor maestro Halfan Jebe de nacionalidad noruega, vino a inyectar un gran progreso al ambiente musical, vino desde Europa atraído por las ruinas mayas, por ser además un especialistas en arqueología acepto con gusto la catedra de violín y fue entonces que una plebe de violinistas futuro se inscribió en su clase este bondadoso maestro otorgo desde primer instante su predilección y afecto a Daniel siendo su alumno consentido por su dedicación al estudio le otorgo especial atención y trasmitió muchos secretos del instrumento este maestro desgraciadamente como artista lo dominaba el vicio del alcohol situación que le creo muchas dificultades en el medio social meridano muy exigente, aunque siempre le toleraron sus rarezas por ser un eminente músico. Su admiración por las ruinas mayas y un idilio que tuvo con una gran señora, Sara Molina Font una muy rica artista y escritora, también fueron los motivos que lo retuvieron  en Yucatán hasta nacionalizarse mexicano. Tuvo muchas rarezas como gran artista Siempre andaba desalineado, sucio, bebido hasta el extremo el mayor tiempo y muchas veces olvido un compromiso como director de orquesta y como violista. Fue un viola magnifico además de violín, en veladas y conciertos sinfónicos en el Peón Contreras. Vivió casi solo en una pequeña quinta que Sarita le facilito donde componía sus obras con maestría sorprendente casi como trabajaban los verdaderos genios.»

¡Comparte esta nota!
error: Content is protected !!